Desencantados con el poderío que cosechó Hugo Moyano con su designación al frente del PJ provincial, los 8-I preparan una embestida que podría terminar de cortar definitivamente el cordón umbilical que los une a los deseos electorales de los Kirchner. "(Este sector) tiene ambiciones, cuadros, gente con experiencia que está preparada para asumir esta responsabilidad", lanzó el jefe comunal de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, al confirmar que podrían presentar un candidato a presidente propio en las internas del 14 de agosto próximo.
"Acompañamos la gestión de Cristina Kirchner y de Daniel Scioli", aclaró Cariglino en declaraciones radiales, pero remarcó que el "límite" -como se le dice ahora a los enemigos en la política- es el líder de la CGT. "No se puede patear el córner y cabecear", expresó para señalar la multiplicidad de ambiciones que rodean al sindicalista.
La ruptura del 8-I con el PJ no es formal, y tampoco tienen urgencia. Cariglino aclaró que este grupo no se gestó "en contra de nadie" y remarcó la independencia en la toma de decisiones de la cúpula del justicialismo territorial. "(En el grupo) no hay jefaturas. No es anti esto o anti lo otro. La suma del peronismo es su totalidad", subrayó.
Si bien aclaran que "todavía no se discutió" si esa eventual precandidatura presidencial se formularía dentro de la estructura del PJ, los ocho coinciden que no aceptarán con los ojos cerrados y la boca tapada a un postulante puesto Moyano para la gobernación, y mucho menos para la primera magistratura. Será importante para la definición de fuerzas el rol que ocupará Scioli en la próxima elección, cada vez más lejos de los movimientos sociales que apoyan a Kirchner.
A Cariglino por ahora sólo lo acompañan Sandro Guzmán (Escobar), Joaquín De La Torre (San Miguel), José Eseverri (Olavarría), Luis Acuña (Hurlingham), Gilberto Alegre (General Villegas), Sergio Massa (Tigre) y Pablo Bruera (La Plata).