El corte y la posterior asamblea sobre la ruta estuvieron marcados por una importante presencia de efectivos de la Gendarmería Nacional, muchos de ellos de civil, a los que se sumó un helicóptero de esa fuerza que sobrevoló constantemente la zona, por momentos a muy baja altura, para captar imágenes de los manifestantes. La lectura fue unánime: el Gobierno no planea desistir en la persecución penal de los dirigentes de la Asamblea.
Lejos de amilanarse, las 600 personas que ayer participaron de la reunión en Arroyo Verde, el paraje ubicado sobre el kilómetro 28 de la ruta internacional, votaron en favor de marchar a la Capital Federal para protestar frente a la embajada de Uruguay, en Las Heras y Ayacucho, y en la Plaza de Mayo, con los dos gobiernos como objetivos.
También decidieron volver a intentar el cruce a Fray Bentos para explicar su posición a los uruguayos. La fecha de estas marchas se decidirá hoy a la noche.
Pero los ambientalistas no se detendrán allí: un grupo ya comenzó a planear un boicot contra la visita a Gualeguaychú que Néstor Kirchner tiene programada para el 30 del actual. "Vamos a hacer historia con ese sinvergüenza. Ni lo vamos a dejar bajar del helicóptero", vaticinó uno de los líderes de esta movida, bajo reserva de su nombre.
El ambientalista también reveló la indignación en la Asamblea por el proyecto oficial de declarar de interés público la producción de papel para diarios. "Nos dijeron que nuestra lucha era causa nacional y ahora nos abandonan, nos persiguen y hasta quieren proteger a las papeleras. No sólo es una necedad, sino una hipocresía de la Presidenta", enfatizó.
La movilización de los asambleístas comenzó a las 15.30 y llegó a sumar cerca de 200 vecinos en pocos minutos. Luego llegarían a unos 600. Aunque el tránsito vehicular hacia la localidad uruguaya de Fray Bentos permanecía liberado, dos retenes de la Gendarmería ubicados a ambos lados del refugio de Arroyo Verde intentaban disminuir la velocidad de los conductores.
Mientras tanto, los asambleístas cruzaban la ruta, haciendo postas sobre las banquinas. Algunos hasta bromeaban con los dirigentes que fueron denunciados penalmente por el Gobierno, que evitaban pisar el asfalto.
La situación cambió a las 16.20, cuando los "transeúntes" se frenaron en seco sobre la ruta, lo que generó una serie de altercados con los turistas que intentaban pasar en ese momento. De hecho, el último en cruzar -un vecino de la Capital que no quiso dar su nombre- sólo lo logró tras discutir largamente con los asambleístas.
Detrás de él quedó Mario Persic, un broker náutico de Avellaneda que viajaba con su esposa y su madre, Elsa Zajec, de 78 años. "Hace 70 años que mi vieja no pisa suelo uruguayo, donde pasaba sus vacaciones de niña. Si hasta trajimos un frasco para que lo llenara con tierra como recuerdo", relató. El extenso trailer que arrastraba su camioneta le impedía girar para volver, mientras se empezaban a juntar los primeros autos y camiones.
"Lo que me indigna es que la Gendarmería no me advirtió nada y acá, salvo por una persona, nos trataron mal", agregó Persic.
Del otro lado del corte, el uruguayo Juan Estévez, que intentaba cruzar en moto junto con su hijo, lo tomó con más calma. "¿Qué vamos a hacer? Si no se puede, no pasamos y listo", dijo, antes de pegar la vuelta hacia Uruguay. Otros 12 autos y tres camiones no pudieron hacer lo mismo.
La proclama
A las 16.40, la ambientalista Paola Robles leyó una proclama de la Asamblea en la que se subrayaba que el Gobierno no había cumplido sus promesas, a pesar de la tregua de 60 días en los que la ruta estuvo liberada. "Hicimos el gesto, corporizamos nuestra voluntad de diálogo y los gobiernos volvieron a demostrarnos que están más preocupados en encapsular el conflicto, en darlo por terminado, que en resolverlo", leyó, para cerrar: "Mientras Botnia siga allí, envenenando nuestra región, el conflicto seguirá abierto".
Como muchos empezaron a retirarse luego de la lectura del documento, se decidió adelantar para las 17.30 la asamblea. A esa hora, el número de vecinos alcanzaba los 600, según
fuentes de la policía provincial.
En sólo media hora, el grupo votó marchar a la embajada de Uruguay, a la Casa Rosada y a Fray Bentos. La primera decisión, sin embargo, fue cortar totalmente la ruta. Entre moción y moción, los peores reproches fueron para el canciller uruguayo, que hace tres días dijo que era "impensable" que Botnia pudiera ser desmantelada.
"Parece que Almagro ni siquiera leyó el fallo de La Haya", le endilgó Juan Veronesi. "Es una vergüenza, cree que somos loquitos, no tiene idea que ésta es una lucha de siete años", agregó el médico Martín Alazard, quien pidió un aplauso para el helicóptero que, por enésima vez, sobrevolaba el corte.
CONTRAPUNTOS
"Mientras Botnia-UPM siga allí, envenenando nuestra región, el conflicto seguirá abierto"
PAOLA ROBLES
Asambleista
"Me indigna que acá la Gendarmería no me advirtió nada del corte de ruta"
MARIO PERSIC
Broker náutico
fuente lanacion