Miles de habitantes de la capital de Haití pasaron su segunda noche a la intemperie, enfrentando bajas temperaturas y la desolación de tener que dormir junto a sus seres queridos muertos.
Estados Unidos ya ha puesto en marcha lo que sus propios funcionarios catalogan como una "masiva respuesta militar" de asistencia.
Barcos, helicópteros, aviones de transporte y unos 2.000 infantes de marina han empezado a llegar al país, donde todavía nadie se atreve a calcular con exactitud el saldo de víctimas mortales dejado por el sismo de 7,0 grados en la escala de Richter.
El presidente de Haití, René Preval, estimó que el número de víctimas podría superar las 50.000 personas, pero otros funcionarios creen que incluso sobrepasaría las 100.000.

El número de heridos tras el sismo sigue siendo también indeterminado.
La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton y el jefe del Pentágono, Robert Gates, cancelaron sus viajes al extranjero para coordinar personalmente la asistencia.
Fondos liberados
Naciones Unidas ya liberó un total de US$10 millones de sus fondos de emergencia.
Los trabajadores de ayuda del organismo, que ya tienen que enfrentar su propio saldo de víctimas, han estado repartiendo alimentos entre la población damnificada en Puerto Príncipe.
La Cruz Roja Internacional estima que unas tres millones de personas necesitan ayuda urgente, desde tiendas de campaña, hasta alimentos y agua potable.
La Organización Mundial de la Salud informó del envío de unos 65 especialistas para ayudar a retirar los cientos de cadáveres a lo largo de la capital, luego de que la Cruz Roja anunció el envío de miles de bolsas negras.
El Banco Mundial está desembolsando también US$100 millones en ayuda de emergencia.
España despachó tres aviones con rescatistas y 100 toneladas de carpas, sábanas y utensilios de cocina.
En el aeropuerto de Puerto Príncipe ya se encuentran aviones militares, entre ellos un avión C-130 de Canadá con mosquiteros y otros implementos sanitarios.
Islandia, Cuba, Venezuela y China son otros de los países que o ya hicieron llegar su ayuda, o viene en camino.
Panorama dantesco
Nick Davis, uno de los enviados especiales de la BBC a Haití, informó que además de los edificios dañados, los escombros y el polvo, un denominador común en las calles de Puerto Príncipe es la cantidad de cuerpos esparcidos.
"Los que vez por todas partes son sábanas bajo las cuales hay cadáveres de la gente que murió por el terremoto".
La situación según Davis es "desgarradora".
Para completar el escenario de horror que describe el periodista, están las continuas réplicas que siguen estremeciendo el suelo haitiano y el sonido de gente llorando y orando.
Dominicana también enfrenta la tragedia

China mandó un amplio contingente de trabajadores de rescate.
En República Dominicana, el enviado especial de BBC Mundo, Carlos Chirinos, informó que a Santo Domingo han estado llegando equipos de prensa de todo el mundo.
Reportó que mientras los periodistas viajan hacia la frontera con Haití, desde la castigada porción oeste de la isla son traídas miles de personas para ser atendidas en hospitales de la región fronteriza.
"El problema es que esa región dominicana también carece de una red de centros de salud que pueda suplir las carencias que actualmente tienen los haitianos, por lo que de aumentar ese flujo de heridos los servicios hospitalarios dominicanos podrían colapsar", informó Chirinos.
El presidente dominicano, Leonel Fernández, ha ordenado que se agilice la entrega de ayuda a los haitianos. Se espera que este jueves Fernández sobrevuele algunas partes de Haití para evaluar la magnitud de los daños sufridos.
Algunas personalidades haitianas, como el presidente del Congreso, han sido traídas a República Dominicana para ser atendidas en hospitales de este país.