Menos abrumado que en sus tiempos de jefe de Gabinete, el intendente de Tigre, Sergio Massa, regresó a CR, el balneario familiar más exclusivo de Pinamar. A lo largo del recorrido que lo llevó desde el municipio hasta la costa, el intendente sonrió con las leyendas que mandó pintar su colega platense, Pablo Bruera, y que lo ubican en el segundo lugar de una eventual fórmula para la gobernación. Pero en el interior del heterogéneo grupo de dirigentes que en el pasado formaron parte del oficialismo y que ahora buscan presentarse como una alternativa para 2011, sólo prima la incertidumbre.
“Bruera es una Massa”, mandó pintar el platense en las paredes solitarias de la Ruta 2. Todos quieren asegurarse un lugar para la competencia electoral. Los llamados telefónicos unen a unos y otros diariamente. Massa con su antecesor, Alberto Fernández. También se anota Santiago Montoya, quien estuvo al frente de la recaudación bonaerense. Algunos gobernadores. Incluso políticos en funciones, tanto en Buenos Aires como en el gobierno nacional.
Dentro del interior del grupo muchos creen que el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, debería ser un postulante de la renovación. Pero nadie logró ocupar el liderazgo en un espacio donde dominan las individualidades.
La coincidencia general es que quieren superar a los dirigentes que se asocian con el pasado, en especial a Néstor Kirchner y a Eduardo Duhalde. Fernández puso en marcha un espacio propio denominado Argentina Futura (AF). Ninguna casualidad. Sin embargo, los vínculos todavía se mantienen al nivel de las conversaciones.
“Es una anarquía”, se sinceró un dirigente que participa del grupo con una visión crítica. Y completó: “Saben que quieren ser una alternativa de Néstor Kirchner pero no tienen claro cómo hacerlo”. Incluso Felipe Solá, cada vez más lejos del porteño Mauricio Macri, dialoga asiduamente con los protagonistas de la ecléctica corriente poskirchnerista.
El verano no detuvo las elucubraciones.
Hace 15 años que Massa recae en el mismo balneario de Pinamar. La mayoría de los visitantes se conoce. Las playas de CR tienen una larga historia política y un pasado predominantemente menemista. Durante los últimos diez años, las caras se renovaron.
A pocas carpas de distancia de Massa, el ministro de Seguridad de la Provincia, Carlos Stornelli, disfruta de una escapada de fin de semana. Intercambia bromas con el ex jefe de Gabinete pero la política queda, por ahora, de lado.
A unos cientos de kilómetros Montoya se quedó en enero en Buenos Aires. Pasa sus días en su casa de San Isidro. A lo largo de diciembre recibió diferentes propuestas del gobernador Daniel Scioli. No se pusieron de acuerdo para formalizar un regreso a la gobernación. Entre tanto, el secretario de la Gobernación, Pepe Scioli, abandonó la administración provincial.
También el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Guillermo Montenegro, eligió las playas de Pinamar para tomar aire frente a la borrasca política que envuelve al gobierno porteño. Pero sus problemas de construcción política responden a otras jefaturas.
Fuente : critica