vicepresidente Jorge Larrañaga en una reunión con el canciller del país, Pedro Vaz, al que le pidió explicaciones sobre las opiniones de Patiño, aparecidas el domingo en la revista argentina Perfil.
Según fuentes cercanas a Larrañaga, en el encuentro Vaz le informó de que "va a convocar" al diplomático argentino para pedirle explicaciones por lo sucedido, punto que no pudo ser confirmado por Efe, puesto que la Cancillería dijo que no va a realizar declaraciones sobre la reunión con el senador.
Horas antes, Patiño se había disculpado por la controversia, aunque matizando que no creía haberse inmiscuido en los asuntos internos de Uruguay.
"Mi intención de ninguna manera era, con ese artículo, y creo que no lo hice, intervenir en asuntos internos de Uruguay", dijo Patiño a Efe tras recalcar que "las relaciones sociales se forman con intenciones y con percepciones".
En el artículo de la polémica Patiño equiparó a Mujica con el libertador José Gervasio Artigas y el dos veces presidente José Batlle y Ordóñez (1903-07 y 1911-15), considerado el fundador del Uruguay moderno.
En aquel texto, Patiño ensalzó también al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, la corriente que encabeza Mujica en su partido, el Frente Amplio, y que tiene su origen en una guerrilla en la que militó Mujica en la segunda mitad del siglo pasado.
"Luego de su derrota político-militar y de haber sufrido la muerte, la tortura y el encarcelamiento en infames condiciones de sus mejores cuadros supo, autocrítica mediante, insertarse en la democracia recuperada", destacó.
Mujica estuvo 13 años en prisión, la mayoría durante la dictadura militar (1973-1985), por su participación en atentados y asaltos.
"La llegada del tercero de los 'Pepes' orientales -tras Artigas y Batlle- no será indiferente para la región", indicó asimismo Patiño, para quien "este pequeño gran país (Uruguay) ha parido, una vez más, un fenómeno" que "convoca a la reflexión" y "alienta en la esperanza".
Esta no es la primera vez que el Partido Nacional acusa a Patiño de injerencia en la política uruguaya.
Durante la campaña electoral que llevó a Mujica al poder, los nacionalistas pidieron la salida del embajador del país después de que éste acudiera vestido con los colores del oficialista Frente Amplio a un mitin que el ahora presidente electo dio en Buenos Aires.
Por aquel incidente, el Partido Nacional pidió sin éxito al Parlamento uruguayo, controlado por el Frente Amplio, que declarara "persona non grata" a Patiño.