Con la detención de Ibar Pérez Corradi, presunto autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez, el nombre del ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quedó en medio del mapa político-judicial.
“Si yo fuese Aníbal Fernández, estaría preocupada”, dijo la ministra Patricia Bullrich (Seguridad) durante la conferencia de prensa en la que brindó detalles sobre la captura del ex prófugo en Foz de Iguazú. En tanto, Martín Lanatta, uno de los condenados por las muertes de Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón, acusó en las últimas horas al ex funcionario K de ser “un asesino” y volvió a vincularlo al tráfico de efedrina.
Por su parte, Fernández negó conocer a Pérez Corradi y partió hacia Londres, con la excusa de que debía representar la Confederación Argentina de Hockey en la Champions Trophy.
El viaje no fue tranquilo, ya que fue escrachado por un pequeño grupo de pasajeros a los que les respondió con una sonrisa, mientras los filmaba con su teléfono celular. En tanto, este miércoles, ya en suelo británico, el ex jefe de ministros de Cristina Kirchner se manifestó a través de su cuenta de Twitter sobre esta situación. Apuntando contra funcionarios macristas, denunció una “persecución” en su contra.
En ese sentido, el ex candidato a gobernador bonaerense sostuvo que el Gobierno persigue a quienes bregan “por un modelo inclusivo, incluyendo artistas y militantes”.
En lo aparente, su declaración no dice mucho. Incluso se asemeja a los argumentos esgrimidos por dirigentes kirchneristas de diverso calibre, incluida la ex presidenta Cristina Fernández, cuando un caso controvertido lo salpica o incomoda. No obstante, un documento podría darle otro sentido a su declaración: el tratado de extradición firmado entre la Argentina e Inglaterra.
En su artículo 6°, la norma establece que “un criminal fugado no será entregado si el delito por el cual se solicita
su extradición es de carácter político, o si dicho criminal probase que el pedido de extradición se ha hecho en realidad con la mira de enjuiciarlo o castigarlo por un delito de carácter político”. Lo que se ajusta a la posición tomada por Aníbal, frente a la postura del oficialismo en las causas “Triple Crimen” y “Efedrina”.
Si bien aún no hay ningún pedido formal de asilo por parte del ex ministro, fuentes kirchneristas indicaron a Adelanto 24 que “Aníbal se va a quedar en Londres”. Una de ellas, incluso, indicó que “con los dichos de Bullrich de que si fuese Aníbal estaría muy preocupada, el ya puede presentarse en calidad de perseguido político en Inglaterra”.
fuente adelanto24