… llevo a las autoridades políticas y judiciales, provinciales y federales a cometer otro error tremendo por la recaptura de los prófugos.
Desde el día uno, con la poco creíble fuga de los hermanos Lanata y Schilacci, los argentinos asistimos a 13 días de persecución y desaciertos, en una mezcla de inexperiencia, instituciones devastadas por la corrupción, y esporas venenosas sembradas por un gobierno saliente con la actuación estelar de la ex presidente Fernández de Kirchner, quien puso en marcha una especie de éxodo jujeño, pero no para defender la patria, sino para hundirla junto al nuevo gobierno electo.
Son muchos los ejemplos, pero solo con mencionar, la negativa de muchos funcionarios a dejar los despachos oficiales, realizar declaraciones llamando a “resistir” a la nueva administración o impedir la aprobación del presupuesto provincial, podríamos comenzar a entender el porqué de la fantástica fuga, la participación de autoridades del servicio penitenciario en el escape y la de miembros de la policía provincial en el fallido intento de captura de los prófugos en la localidad de Ranchos. Esto podría mostrar ya un complot.
Ni hace falta mencionar el sub mundo detrás de la narco-política que opera en la provincia y el país todo, enemigo fundamental, tras las declaraciones del presidente y gobernadora, de terminar con el narcotráfico.
El gobierno provincial cometió el pecado de considerar las sugerencias que le dejaba en materia de seguridad, el ex ministro Granados. Las esporas ya estaban sembradas y solo esperaban “la temperatura” política ideal para explotar. Sin duda, hay errores políticos, tanto la seguridad como el sistema de inteligencia, necesita de algo más que buenas intenciones.
Ya en los hechos de Santa Fe, lo sucedido fue gravísimo, si se puede creer que puede haber algo más grave que lo ya relatado. La gendarmería quiso anotarse un poroto en este siniestro truco.
El comandante principal José María Valdez, fue junto a 8 subalternos a buscar a los hermanos Lanatta y Scillaci sin avisarle a la policía ni pedir refuerzos. Esto provocó que los criminales pudieran escapar y dejar en evidencia a Valdez y sus superiores, que es de donde recibió la información que delataba a los prófugos, según informaron fuentes judiciales a Total News.
El Comandante Principal José María Valdez, Jefe de la Unidad Especial de Procedimientos Judiciales “Rosario”, de 44 años de edad, termino recibiendo un impacto de bala en el brazo derecho tras armar dos grupos de gendarmes para la búsqueda. El impacto habría sido provocado por Martin Lanatta, quien lo redujo, le quito el armamento, municiones y su billetera. Al otro grupo lo sorprendió la policía de la provincia de Santa Fe, quien ya en el lugar y al verlos sin uniforme los confunde y los hiere. Como se verá, ya todo era una comedia de enredos. Aseguro nuestra fuente de inteligencia.
Se nos asegura que el comandante general Aranda, antiguo jefe de Valdés y del comandante Fernández quién desempeña tareas en el Ministerio de Seguridad, estaban trabajando en la detención de los tres fugados. El Comandante Gral Aranda busca ser reincorporado a gendarmería. Ambos serían quienes obtuvieron la información que el resto de las instituciones participantes del operativo no tuvieron acceso.
Al momento que el Ministerio informó que estaban los tres detenidos, en el lugar se encontraban, el subdirector Nacional de gendarmería, Comandante General Sosa, el director general de operaciones y logística, Comandante Mayor Núñez y el director de operaciones Comandante Mayor Brilloni. Lo curioso es que estando la ministro Bulrrich y el secretario de seguridad Burzaco rodeados de estos jefes operativos, no tuvieran acceso a la información correcta.
Quienes conocen a Martin Lanatta aseguraron a Total News, que era muy posible que este, conociendo cómo funcionan las Fuerzas de seguridad y tras el encuentro cercano con Valdes, donde podría haberlo matado, pudo sacar conclusiones que les permitiera escapar nuevamente.
Durante su raid, los prófugos obtuvieron ayuda, no solo de la policía bonaerense. Nuestras fuentes nos aseguran que estos quisieron llegar a Santa Fe para lograr subir a una avioneta que los llevaría a Paraguay y luego trasladarse a Bolivia por un corredor seguro. Aparentemente dinero no les faltaría, dado que se encontraron una misteriosa valija repleta en la camioneta volcada, donde Martin Lanatta quedo mal herido y habría resignado su libertad para generar un distractivo tan fuerte, que pudiera facilitar el escape de sus consortes de causa.
Faltaría determinar si los fugados tuvieron contacto con alguna organización criminal cuando estuvieron en Santa Fe, quienes podrían haber facilitado dinero y contactos para lograr salir del país. Todo apunta a la banda del rey de la efedrina, Mario Segovia.