Los lineamientos centrales podrían ser las reformas para la “democratización” de la Justicia y posibles medidas para contener la suba de precios, que no se detiene pese al congelamiento dictado hace un mes.
Un posible desborde de la inflación es el riesgo que más le preocupa al Gobierno con miras a las elecciones legislativas del 27 de octubre próximo, en las que la mandataria se jugará gran parte de su futuro político: la posibilidad de reformar la Constitución para buscar la segunda reelección en 2015.
También podría exhibir durante su mensaje sobre el estado de la Nación los nuevos ejes de la política internacional. En especial, en comercio exterior, con la apertura de nuevos mercados en África, Medio Oriente y otras regiones de Asia.
Según pudo saber LA NACION en fuentes oficiales, Cristina Kirchner considera que Estados Unidos y la Unión Europea transitan por una crisis económica estructural, producto de políticas “neoliberales” y quiere definir un posicionamiento alternativo.
La Presidenta llegará al Congreso a las 11.45, en su automóvil oficial. En el primer piso de la Casa Rosada preparaban ayer una fuerte movilización de la agrupación Unidos y Organizados, que copará las galerías que rodean al recinto de la Cámara de Diputados.
Antes de ingresar al estrado, la mandataria inaugurará en el Salón de los Pasos Perdidos un mural de madera tallada con la bandera argentina que izó en las islas Malvinas un grupo de 18 jóvenes peronistas, encabezados por Dardo Cabo, en 1966, en una reivindicación de soberanía nacional en el Atlántico Sur.
“Habrá mucha militancia y mucho ruido y aplausos”, confiaron a LA NACION en Balcarce 50. Cristina Kirchner, que sólo anteayer estuvo durante cuatro horas en la Casa Rosada, se recluyó ayer en la residencia de Olivos, donde terminó de delinear el discurso de hoy con el secretario legal y técnico, Carlos Zannini.
“El tema de la Justicia va a estar. Ella lo manejó herméticamente y nadie sabe nada. El pueblo judicial quiere saber de qué se trata”, ironizó un alto funcionario.
Las especulaciones son muchas. La “democratización” de la Justicia, tal como la bautizó Cristina Kirchner, incluiría un menú de posibilidades: gravar a los jueces con el impuesto a las ganancias; establecer períodos fijos para sus mandatos, exámenes periódicos, declaraciones juradas sobre su ideología; reformar el sistema de designación y remoción de magistrados, la elección popular de jueces, y los concursos para empleados de las más bajas categorías en la Justicia.
Sobrevolaba ayer en Balcarce 50 un posible anuncio sobre medidas para endurecer sanciones contra los comerciantes y supermercados que aumenten precios más allá de lo establecido en el congelamiento dispuesto hace un mes. Se podría establecer además un sistema de precios máximos. También se baraja la creación de esquemas similares al del Mercado Central en diversas provincias, para regular los precios.
La Presidenta abundará en estadísticas y números para defender el modelo, el cepo cambiario y reivindicar enfáticamente la estatización de YPF, a la cual le podrían seguir otras en el mercado de energía eléctrica.
También podría colarse una referencia a la necesidad de una mejor administración en las provincias que reclaman fondos, lo cual sería un tiro por elevación para el gobernador bonaerense, Daniel Scioli. Se esperan, además, referencias a la cuestión Malvinas y al acuerdo con Irán por el atentado contra la AMIA, sancionado anteayer por el Congreso.
fuente lanacion