Antes de precipitarnos en conclusiones apresuradas es conveniente dar una mirada a otros países, donde independientemente de las crisis globales la participación en las ganancias ha demostrado avances sustanciales en tanto la madurez de los Sindicatos ha acompañado a la evolución de las sociedades y de los poderes, incluyendo la madurez Empresaria. Puntualicemos que no es el caso todavía de Argentina ya que entre otras cosas no fueron las Democracias Sociales nuestro fuerte. Y aceptemos que una cosa es la participación de las ganancias para una Corporativa, en un 10%, o un 6%, pero que en cuanto a las PyMES la realidad es diferente, ya que están desamparadas y expuestas, carentes de financiación y des-calzadas, a no ser aquellas que con un exagerado oportunismo se pegan a los Gobiernos de turno alzándose con los privilegios.
La realidad de las PyMES no es la misma que la de las Empresas Corporativas. Y aquí es donde el proyecto debe ser rigurosamente especificado, interpretando los números que las PyMES manejan, y no lo que el Gobierno cree respecto a ellas. Lo que una PyME tributa es un despropósito, y como si fuera poco no es valorada en la visión salarial estatal jerárquica, es decir, los Burócratas. Ni tienen idea por todo lo que un emprendedor pasa, o las consecuencias que se enfrentan al pretender ofrecer buenos productos o servicios. Y al parecer también tienen poca idea las Instituciones Financieras.
El proyecto Recalde no es malo, para quien pueda afrontarlo a la Europea, considerando que hay muchas empresas en condiciones de participar de sus ganancias a cada empleado, desde los puestos jerárquicos hasta el último encargado de mantenimiento, y que en más de un caso sostienen miles de puestos de trabajo porque gozan de una posición hegemónica dentro de los mercados, además de su característica global.
Veamos una PYME; después de tributar Ganancias anticipadas, pagar IVA sobre lo facturado y no sobre lo percibido, (Primer hueco pernicioso de des-financiación), Ingresos Brutos, Bienes Personales, Impuestos a Los Débitos y Créditos Bancarios ( con intereses por descubiertos que llegan al 47%, y tasas que no bajan de un 26% sobre “prestamos promocionales”, lo más bajo se registra en la banca pública ,pero cuesta obtenerlos), Aportes Patronales, Obra Social, ART, sumado a un escenario de inflación que los Funcionarios no padecen pero los independientes sí, mas el agregado de no poder actualizar los precios en una atmósfera de inflación como lo hacen las Corporativas formadoras de precios y con predominio nacional e internacional, nos señala que en cada PYME resulta más sensato repartir las pérdidas que conversar las supuestas ganancias. Solamente la imposibilidad de actualizar precios, la inflación y las tasas bancarias por descubierto, la fagocitan.
Habrá Pymes que por volumen, área y sector, podrán participar, pero no se trata de la mayoría. Tampoco es igual para el que produce bienes tangibles y masivos que para el mercado tecnológico. Un Software lo hace un solo técnico o pocos, pero los gabinetes para la computadora, muchos más, lo mismo que cualquier producción material en serie, y quien vende servicios de internet puede llegar a millones de personas solamente con seis tipos y facturar lo impredecible ¿Quién tienen mayor ganancia?
La idea de participar ganancias es aceptable, decidamos quienes. En todo caso, el riesgo es la empleabilidad y la reinversión cuando no existe la rentabilidad necesaria, un tema que en Argentina es cíclico. En ese punto, la co-gestión debe ser analizada a fondo.
Antes hay un propósito obligado, deben tratarse una Nueva Ley Impositiva/Tributaria, y una Nueva Ley de Entidades Financieras. Es un andarivel diferente, pero sin el cual no es posible que este proyecto se convierta en una ley con buena salud. El primer quid es: “Si yo fuera burócrata comenzaría a pensar seriamente de donde proviene el dinero que cobro”.
Somos La 5° Pata.
YAYO HOURMILOUGUE.