“Hace una sobreactuación peligrosa”, confesó a PERFIL uno de los pocos hombres que se atrevió a sugerirle que menguara su actividad y tratara de delegar algunas tareas. “No puede llevar la relación con el intendente de Calamuchita y, a la vez, temas de gestión nacional”, sostuvo la misma fuente. La propia Cristina expuso en público reproches que le hace a su marido en la intimidad. “Estuve medio enojada con él. Hay que tenerlo cortito”, dijo el lunes pasado. En rigor, desde que lo operaron de la carótida, en febrero pasado, la Presidenta insiste con que no realice demasiado esfuerzo físico y se acueste temprano.
Según Luis Bonuomo, jefe de la Unidad Médica Presidencial, la recuperación plena de Kirchner llegará “la semana que viene”, para cuando tiene programado acompañar a su esposa a Nueva York. “Es una ciudad que le gusta, la disfruta, ahí va a bajar los decibeles”, dijo un oficialista que habló con el diputado esta semana.
A su regreso, el ex presidente tiene previsto un acto en Santa Cruz, junto al gobernador Daniel Peralta, una aparición en el Conurbano y el 14 de octubre realizará la postergada reunión del PJ en Mendoza. “Es una aproximación, la agenda se irá modificando según cómo se sienta”, relató un colaborador cercano, que subrayó el deseo de Kirchner de no bajarse de la pelea electoral de 2011.
En el Gobierno, minimizan el episodio y restan impacto político al factor salud. “Néstor está mejor que la semana anterior, que no tenía buena irrigación”, contó un secretario de Estado. En el mismo sentido, un ministro dijo a PERFIL que Kirchner “está bárbaro” y reconoció que es imposible que lleve una vida más tranquila y cambie sus hábitos. “Es su naturaleza, no va a cambiar a los 60 años”, afirmó.
Después de la intervención, Kirchner siguió monitoreando con la misma obsesión todos los asuntos. El lunes convocó a Olivos a la cúpula política del bloque K de la Cámara de Diputados. Estuvieron el presidente del cuerpo, Eduardo Fellner; el jefe de la bancada, Agustín Rossi, y los legisladores Patricia Fadel, Teresa García, José María Díaz Bancalari y Carlos “Cuto” Moreno. Durante dos horas, la charla pasó por varios ejes, aunque la preocupación del patagónico fue sobre la batalla por el presupuesto 2011. Kirchner instruyó dar un fuerte debate.
Si bien no fue el orador principal, como estaba pautado, asistió el martes al encuentro de la juventud kirchnerista en el Luna Park. Al día siguiente, estuvo más de cuatro horas en un almuerzo en la residencia de Olivos con los editores de diarios del interior del país. Para el matrimonio, esa reunión fue un triunfo: entre ellos, había miembros de Adepa y de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), dos asociaciones de mala relación con los K. Néstor se sentó junto a Raúl Kraiserbuld, director del diario El Día de La Plata. Ese mismo martes, recibió a Eduardo Avalle, intendente de Marcos Juárez.
Para coronar la semana, consiguió la foto que buscó desde que el equipo argentino volvió del Mundial de Sudáfrica: Maradona lo visitó en la quinta de Olivos.
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