La iniciativa, que tuvo la oposición del oficialismo en la cámara baja, contaría con el respaldo de kirchneristas a los que la presidenta Cristina Fernández les liberó las manos, cuando dijo que no vetará ninguna ley que salga del Parlamento.
En 2008, una ley sobre glaciales votada por unanimidad en ambas cámaras se convirtió en el primer veto total de una norma por parte de Cristina Fernández, ante la advertencia de gobernadores sobre la posibilidad de que afectara inversiones y el desarrollo minero en la zona cordillerana, en particular en San Juan, Mendoza y Catamarca.
El senador oficialista Daniel Filmus, en su calidad de presidente de la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable, introdujo modificaciones a la iniciativa vetada, con cambios en la distinción entre glaciares descubierto, cubiertos y de escombros.
La iniciativa fue aprobada, nuevamente por unanimidad, el 22 de octubre de 2009 y girada a Diputados, donde a instancias dellegislador de centro-izquierda Miguel Bonasso fueron impuestas nuevas garantías para preservar a los ríos de hielo como fuentes importantes de agua potable y restringir el uso que pudiera ser contaminante por parte de las empresas mineras.
Filmus y Bonasso, tras debates públicos, acordaron un textounificado pero no fue del paladar del oficialismo que dirige Agustín Rossi, que votó en contra, lo que produjo prevenciones en el bloque del Senado, que no reconocieron el acuerdo y consultaron al Ejecutivo sobre la línea a seguir.
Finalmente la Presidenta, que había sido acusada de "complicidad" por participar de un encuentro y fotografiarse con los propietarios de la minera Barrick Gold, en su visita a Canadá, inversora en la gran minería de Argentina y Chile, decidió no pagar más costos políticos y afirmó que no vetará el texto que resulte al final del proceso.
"Desconocemos el acuerdo Bonasso-Filmus. ¿Desde cuándo Bonasso maneja las posiciones del bloque del Frente para la Victoria en el Senado?", fue la primera reacción de un encumbrado miembro del bloque, apenas Diputados aprobó la norma.
Sin embargo una semana después, tras la definición de laPresidenta, la bancada dijo que estaban estudiando la iniciativa y admitieron que no contenía elementos tan conflictivos con al proyecto original, por lo que sea avinieron a no regañar más a los senadores oficialistas que prefieran la mayor seguridad que le permite el nuevo proyecto.
El martes la comisión de Ambiente, que ahora preside el oficialista Eduardo Torres, de Misiones, procurará firmar el dictamen que habilite el tema para la sesión del día siguiente, que cuenta con preferencia para ser debatida, a condición de que un proyecto, a favor o en contra, tenga 8 de las 15 firmas del cuerpo asesor.
La comisión, convocada inicialmente para 10, podría mudar dehorario y pasar a las 14, aunque a esa hora, muchos senadoresprefieran escuchar a la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó Pont, que concurre a explicar los cambios operados en temas monetarios.