"El problema de los pueblos hoy día, digamos, el de más de 7000 millones de seres humanos, es impedir que tal tragedia suceda", dijo. "Le ha correspondido a Cuba la dura tarea de advertir a la humanidad del peligro real que está confrontando", añadió con voz clara.
En tanto, en el inicio de su alocución, Castro hizo una reseña de la revolución cubana. "Gracias al ejemplo de los que nos habían precedido, a los estudiantes fusilados por exigencias de las hordas de los llamados voluntarios españoles, nacidos muchos en esta tierra, y que se ponían al servicio de la tiranía española, y gracias a la sangre derramada por miles de patriotas, no merecíamos ser colonia de un imperio que se apoderó de nuestra patria y de una buena parte de la conciencia nacional sembrando el fatalismo", aseguró.
El acto fue celebrado a pocos días del inicio del curso escolar y transmitido en directo por las radios y los canales de televisión de Cuba. En tanto, el lugar elegido para brindar su discurso, las escalinatas de la Universidad de La Habana, se trata de un sitio cargado de simbolismo donde el líder revolucionario pronunció sus primeros discursos hace más de medio siglo.
Fidel Castro, de 84 años, se ha dedicado últimamente a alertar sobre una inminente guerra nuclear que, a su juicio, se producirá si Estados Unidos ataca a Irán. Esta temática es frecuente en las intervenciones del ex presidente desde que reanudó las apariciones públicas en julio pasado, tras cuatro años de ausencia por su enfermedad.
Su intervención es la primera en un masivo encuentro al aire libre como los que hacía a menudo antes de enfermarse. "No quiero estar ausente en estos días. El mundo está en la fase más interesante y peligrosa de su existencia y yo estoy bastante comprometido con lo que vaya a pasar. Tengo cosas que hacer todavía", dijo en una entrevista publicada esta semana en el diario mexicano La Jornada.
Pese a sus constantes apariciones en actos, entrevistas y hasta un par de visitas a un acuario, Fidel Castro se mantiene aparentemente distante de los temas locales, dejando a su hermano Raúl Castro la difícil tarea de reanimar la deprimida economía socialista de la isla.