Tuvieron que pasar 12 días de árida polémica -desde aquel miércoles 6 de enero- en que se le pidió a Martín Redrado la renuncia como titular del Banco Central para que finalmente el Gobierno acepte tratar el tema en el Congreso nacional, como lo establece la Constitución. Hoy lo anunció la presidenta Cristina Kirchner en una conferencia que dio en forma sorpresiva.
En el encuentro con los periodistas, la mandataria enmarcó el anuncio en una serie de críticas a su vicepresidente, Julio Cobos, a la oposición y a los medios, en particular a Clarín. Allí dijo que dio instrucciones para que se apure en el Congreso la designación de autoridades de comisiones para que sesiones el cuerpo asesor bicameral que deberá evaluar el decreto de remoción de Redrado.
Se trata de la comisión bicameral compuesta por dos diputados, dos senadores, más la presidencia ejercida por el titular del Senado, Julio Cobos. "La dilación de la remoción del presidente de la autoridad monetaria del país puede perjudicar al país", argumentó la Presidenta, en el salón Sur de la Casa Rosada.
En otro tramo de su discurso confirmó que no convocará a sesiones extraordinarias en el Congreso para discutir la utilización de las reservas para el pago de la deuda. Sostuvo que la discusión por el Fondo del Bicentenario pasará a marzo, cuando retornen las sesiones ordinarias, y que eso no afectará el canje de la deuda.
En el inicio de la conferencia, Cristina criticó duramente a Cobos y dijo que postergaba su viaje a China para no dejar el país en sus manos, demostrando la dimensión de la crisis interna que tiene con el vicepresidente.
Cristina Fernández sostuvo que 10 días era un "lapso demasiado largo" para estar afuera de la Argentina "cuando quien ejerce la Vicepresidencia (Julio Cobos) no cumple con el rol que fija la Constitución". "Por eso he decidido postergar mi viaje a la República Popular de China", aseguró.
"Cualquier ciudadano puede disentir con las políticas del Ejecutivo, pero no en el lugar de la Vicepresidencia porque la Constitución le asigna un rol muy claro y contundente", expresó la jefa de Estado. Resaltó que "hay una incompatibilidad" en el rol del vice porque "si es vicepresidente, no puede ser opositor". "Uno no puede estar en la tribuna de Boca y estar gritando los goles de River o viceversa", remarcó.
Pese a las implicancias políticas que tiene para un país una disputa de este tipo entre un Presidente y su vice, Cristina destacó que "nunca estuvo en riesgo la gobernabilidad, ni lo estará, por una razón sencilla: estoy gobernando".
fuente clarin-totalnews