Los bonos, que vienen cediendo posiciones desde hace tres días, aceleraron su caída ayer al perder 3% promedio y las acciones cayeron entre 1,5 y 2,4%, según el promedio de los índices Merval y Merval Argentina, respectivamente (este último representativo del riesgo local privado puro), de la Bolsa de Comercio porteña. Por otra parte, se generalizaron los informes de analistas que recomendaron cautela a los inversores desde el exterior. Pero el dólar se mantuvo estable, pese a una mayor demanda privada.
El retroceso de los bonos hizo trepar otro 6,5% la tasa de riesgo país, que llegó a los 685 puntos, su máximo nivel en tres semanas, lo que los operadores relacionaron con la imposibilidad temporal de constitución del Fondo del Bicentenario, destinado a tranquilizar a los bonistas, al asegurarles con billetes los futuros pagos.
Se confirmó así un cambio respecto de la tendencia a la baja que este indicador venía mostrando en las últimas semanas, a medida que el mercado se convencía del éxito que podría tener el canje de deuda en default en ciernes, que el Gobierno espera concretar a fin de mes. De hecho, el temor es que este deterioro complique una operación que, hasta aquí, parecía tener el camino allanado.
Las caídas más importantes las sufrieron el Discount en dólares (-1,9%); el Par en pesos y dólares (-3%) y los cupones atados al PBI, que cayeron hasta 7,7%, como en el caso del emitido en euros y algunos operadores comentaron que las bajas no resultaron mayores por compras que habría realizado la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) para atenuarlas.
El derrumbe de los bonos impactó en las cotizaciones de los bancos (los mayores tenedores locales de ese tipo de activos) que llegaron a perder hasta 4,1%, como en el caso del Hipotecario.
Asimismo, comenzaron a multiplicarse las recomendaciones para que los inversores sean cuidadosos en su exposición al riesgo argentino. "Sabemos que invertir en la Argentina es mucho más riesgoso que en cualquier otra parte de la región… así que, ¿por qué no esperar hasta las próximas elecciones, en 2011? ¿Para qué lidiar con toda esta incertidumbre?", dijo, por ejemplo, en un correo a sus clientes Jaime Valdivia, el manager que administra 1000 millones de dólares en activos para el fondo Emerging Sovereign Group de Nueva York.
"El trasfondo del manejo del Fondo del Bicentenario, que desató esta crisis, se encuentra en el deterioro de la situación fiscal y en la demora en encarar la normalización de la deuda pública. La evolución futura depende de decisiones subjetivas. Sería deseable que prime la racionalidad económica de largo plazo por sobre la racionalidad política de corto plazo", se esperanzó por su parte Roberto Drimer, de la consultora financiera local Val-Net.
Pese a esa cuota de ilusión, igualmente sugirió a los inversores "monitorear el efecto de los vaivenes políticos y económicos sobre la evolución del mercado" para evitar sorpresas.
fuente lanacion