de Plaza de Mayo. La causa que anteriormente se estaba tramitando en el juzgado de Canicoba Corral quedó latente. Este capítulo no está cerrado, pero es una vergüenza lo que están haciendo los que se consideran representantes de la sociedad, son genuflexos que se arrodillan frente al poder. Gracias a los medios la sociedad pudo ver el comportamiento de estos funcionarios. Es muy importante la independencia de los ministros de la corte, de ahí que dan opiniones sobre diferentes hechos graves como cuando Aníbal Fernández desobedeció órdenes judiciales. Mi pretensión de ser querellante habilita a la cámara a ser parte si quiere. Yo me limité a analizar como ciudadano las declaraciones juradas y de ahí denuncié enriquecimiento ilícito”.