El secretario de la gobernación de Caquetá, Edilberto Ramón Endo, informó el hallazgo del cadáver del gobernador, de 69 años, que apareció en una localidad cercana a Florencia, capital del Caquetá y a unos 380 kilómetros al sudoeste de Bogotá.
El cuerpo de Cuéllar apareció en una zona despoblada, cerca del lugar donde los guerrilleros abandonaron e incendiaron el vehículo que usaron para escapar. Uribe dijo anoche que el funcionario fue degollado. Cuéllar había sido secuestrado la noche del lunes por un comando de las FARC, que mató a un policía en la casa del gobernador y destruyó con un explosivo la entrada para llegar hasta él y llevarlo como rehén. El crimen de Cuéllar fue considerado como uno de los más graves cometidos por la guerrilla desde que Uribe asumió el poder, en agosto de 2002.
Unos 2000 efectivos militares y de la policía habían sido desplegados para buscar al gobernador de Caquetá, un territorio que tradicionalmente ha tenido una fuerte presencia de las FARC. Apenas unas horas después del secuestro del gobernador, Uribe ordenó el rescate militar de todos los rehenes que se encuentran en poder de la organización insurgente, decisión que reavivó la angustia y el temor en los familiares de los retenidos por la posibilidad de un desenlace sangriento.