Sólo que esta vez ocurrirá a la inversa. En estas elecciones para designar nuevas autoridades, los dirigentes que dicen representar a un sindicalismo "diferente y horizontal" al de la CGT pueden demostrar si, como viejos aliados, son capaces de seguir unidos a pesar de que la realidad los muestra esta vez enfrentados.
Hasta ahora los sectores mayoritarios se encolumnaron en una lista común, como ocurrió en los primeros comicios de 1995.
La tradicional Lista Germán Abdala, que reunió a los dos gremios pilares de la CTA, como ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) y la Ctera (Confederación de Trabajadores de la Educación), competirá dividida frente a un padrón de 1.413.447 afiliados.
La lista 1 mantiene el nombre del fallecido dirigente de ATE y lleva como secretario general al actual líder nacional del gremio, Pablo Micheli, fiel a De Gennaro. La lista 10, llamada CTA de los Trabajadores, pretende la reelección del docente Hugo Yasky.
El quiebre no se simplifica en una rivalidad entre estatales y docentes, pese a que Micheli llevará en su lista a hombres de Ctera y Yasky llevará en la suya a dirigentes de ATE. Las posturas de fondo pasan sobre cómo debe seguir actuando la CTA. Y allí, las posturas de Yasky y De Gennaro son diametralmente opuestas.
Ambos sostuvieron públicamente que la central debía mantener "autonomía" de los partidos políticos y del propio Gobierno. Sin embargo, ambos se acusan mutuamente de no haber cumplido ese compromiso.
Para Micheli y De Gennaro, Yasky se acercó peligrosamente al Gobierno. Un ejemplo que quebró la relación de los sectores en pugna fue cuando el secretario general de la CTA se reunió con Néstor Kirchner y con el jefe de la CGT, Hugo Moyano, en la residencia de Olivos, para aprobar la movilidad jubilatoria.
Los históricos de ATE dijeron que Yasky "negoció con el Gobierno y se olvidó de la lucha" de los trabajadores. Pero Yasky respondió pragmático: "Yo no comulgo con el unicato sindical de Moyano ni soy kirchnerista, pero no se puede ser infantil ?acusó a sus detractores?. Tanto las banderas de los jubilados como la asignación universal por hijo fueron levantadas siempre por la CTA. Y si el Gobierno las quiere llevar adelante, que lo haga", dijo.
En el terreno político, Yasky pertenece al Encuentro por la Democracia y la Equidad (EDE), que conduce el neokirchnerista Martín Sabbatella. Sin embargo, dice que la CTA no está al servicio del Gobierno.
Los aliados de De Gennaro alientan, como contrapartida, que el líder estatal haya decidido ser candidato (posiblemente presidencial) en 2011 a través del Partido de la Unidad Popular, que creó. "No es lo mismo que sea la propia organización la que tenga un postulante salido de su seno que ser un aliado de Kirchner", justificó Micheli, que refleja el deseo político de De Gennaro.
Yasky le atribuyó "un exceso de protagonismo" al líder de ATE y dijo que "las aspiraciones de De Gennaro le quitan aliados a la CTA".
En cambio, los aliados del fundador de la CTA niegan que éste se haya comprometido en una alianza con Fernando "Pino" Solanas. "También dialoga con los socialistas", de Rubén Giustiniani, dicen.
Mientras tanto, a dos puntas, la líder jujeña del Movimiento Tupac Amaru, Milagro Sala, que controla a miles de militantes sociales en su provincia y recibe apoyo económico del Ministerio de Desarrollo Social de Alicia Kirchner, encabezará una lista única en Jujuy. Pero su hombre de confianza, Fernando Acosta (ATE), será candidato a secretario de Interior de la lista de Micheli.
Marcelo Veneranda y Luis Laugé
fuente lanacion