Fuentes cercanas al gobernador desestimaron a lanacion.com el enfrentamiento con Kirchner y aseguraron que "nunca estuvo en la agenda" participar del acto que organizan las agrupaciones de jóvenes oficialistas y del que participarán Néstor y Cristina Kirchner.
Según explicaron, el mandatario bonaerense organiza sus compromisos con una semana de antelación. Es decir, que Scioli no tenía previsto ir al Luna Park desde antes del reto público del ex presidente.
El jueves último, en la Boca, Kirchner le habló directamente a Scioli: "Le pido que diga quién le ata las manos para no solucionar la inseguridad en la provincia. Estamos dispuestos a ayudarlo. Pero hay que hablar con nombre y apellido para que no haya malentendidos". Scioli, en silencio sobre el escenario, trató de contener una inocultable mueca de incomodidad.
El pedido de Kirchner se fundó en la frase de Juan Ignacio Buzali, el esposo de Carolina Piparo, la mujer embarazada baleada en una salidera bancaria en La Plata, que había dicho que Scioli le confesó que tenía "las manos atadas".
Las diferencias. Los habituales concurrentes de Olivos se lo veían venir. Hacía varias semanas que el ex presidente cuestionaba al gobernador. Solía decir que "no hace política" y que "no defiende las políticas del Gobierno".
"Fue la primera advertencia pública, un ultimátum. Y también un acto de disciplinamiento interno", dijeron a LA NACION fuentes de la Casa Rosada, que conocen los vericuetos bonaerenses.
Ahora con la confirmación de que no participará del acto, las distancias se agigantan.
Vuelve Néstor . En tanto, tras los últimos chequeos médicos con buenos resultados y ante la necesidad de mostrar fortaleza política después de la nueva afección cardíaca que sufrió hace apenas 72 horas, el ex presidente reaparecerá esta tarde en público.
Ayer el ex presidente se quedó todo el día en la quinta de Olivos. Pero nada de reposo: anoche recibió durante más de dos horas a un grupo de diputados kirchneristas, hizo llamadas telefónicas y se realizó los chequeos médicos de rigor tras la angioplastia con colocación de stent a la que fue sometido en la noche del sábado.
La foto indiscreta. Por si fuera poco, Scioli se sacó una foto con uno de los enemigos de los Kirchner: el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri.
fuente lancion