Llega puntual a la entrevista pautada con LPO en su propio estudio jurídico en la ciudad de Córdoba. “Disculpen el desorden pero estamos de feria” dice Luis Juez en el inicio de la charla y a modo de consulta en voz alta lanza: “están complicado los muchachos del gobierno nacional, ¿no?”.
El primer tema surge así inevitable: la crisis del Banco Central. “Este gobierno tiene la lógica de la confrontación. Ellos entienden que confrontando les ha ido bien, peleando les va mejor, con prepotencia y sin respetar las instituciones. Este gobierno ya no tiene nada que perder, porque lo que tenia para perder lo perdieron el 28 de junio. Cuando un gobierno pierde el afecto popular lo que le queda es fanatizar a sus seguidores y redoblar su discurso. Como regalo de reyes la presidenta nos trajo un conflicto institucional”, reflexiona casi sin interrupciones.
Muchos cuestionan que el conflicto político se haya judicializado…
El gobierno tomó precauciones, lo nombró juez de feria a Oyarbide y de fiscal de feria a Marijuan, dos alcahuetes del poder político. Pero no previeron que alguien se le ocurriera la judicialización en un juzgado contencioso administrativo. Es una jueza (por la jueza María José Sarmiento) que lo único que hizo es leer la constitución, la Carta Orgánica del Banco Central y dijo: No, así no se puede.
Usted tiene sus propios problemas con Marijuán, quien pidió su procesamiento junto a Romina Picolotti, en una causa por malversación de fondos…
A mi me va a venir muy bien esa causa que armó Marijuan. Yo vengo diciendo hace rato cómo actúa la Justicia y en este caso se trata de un invento. Este fiscal, obsecuente de los K, tiene hace dos años la prueba donde demostramos con claridad meridiana cómo manejamos los recursos de la Municipalidad de Córdoba. Reconozco que tengo un problema, tengo la lengua demasiado larga pero las uñas extremadamente cortas. Al final de esta película voy a poder demostrar como el kirchnerismo pretende silenciarme de mala forma. Lo peor que me puede hacer es taparme la boca con la mano porque se las muerdo.
¿Y qué opina de la inesperada resistencia que les está presentando Martín Redrado?
La verdad es que a mi Redrado no me genera ninguna simpatía y su futuro político me importa absolutamente tres bledos. El problema es que Redrado es el presidente del Banco Central y que para echarlo o nombrarlo hay un mecanismo establecido en su carta orgánica.
En su momento usted también estuvo cerca de los Kirchner…
Yo no cambié, cambiaron ellos. Yo compré el discurso de que iban a redistribuir la riqueza pero no nos dijeron que era para enriquecer sus amigos.
En aquellos años usted compartía un mismo espacio progresista con Martín Sabatella ¿Qué piensa cuando lo ve hoy junto a los Kirchner?
No se si Sabatella se pasó al kirchnerismo, pero creo que Martin está confundido y que eso le va a jugar una mala pasada. Está confundido porque se deja enroscar la víbora con el tema de la centro izquierda. Hoy Martín, que es un tipo bárbaro y honesto, está mal parado, está equivocado. Ojalá en algún momento se de cuenta y reflexione que puede terminar siendo un idiota útil de un gobierno que te usa y te tira.
Los negocios de Schiaretti con Electroingeniería
El gobierno de Juan Schiaretti, pese a la severa crisis financiera que padece, licitó hace poco la construcción de un nuevo centro cívico y sede del Ejecutivo con una inversión proyectada de 500 millones de pesos.
Para solventar la faraónica obra presentó comprometió futuros ingresos por coparticipación y una cantidad no estipulada de inmuebles de la provincia. Resultó beneficiada la empresa kirchnerista Electroingeniería.
“Es un negocio, un nuevo negocio -dice Juez y se enoja- de Schiaretti con Electroingeniería. Rra imposible que se fuera el gobierno sin hacer un negocio con la empresa mimada de De la Sota, que hizo un gran negocio con la construcción de 300 escuelas en la provincia”, recuerda.
“Era lógico que la constructora por excelencia de los Kirchner se quedara con la obra del centro cívico, en una provincia que está quebrada y que anuncia públicamente que va a emitir títulos de deuda. Una obra que hoy Córdoba no necesita y que los cordobeses repudian. Schiaretti dice que soy el profeta del atraso, pero lo cierto es que necesitamos otras obras. Hoy hay 150 mil hectáreas bajo el agua en el sur provincial y cientos de localidades sin agua potable. ¿Porqué no invertimos 500 millones en solucionar esos problemas? ¿Porqué no terminamos la red de caminos que nos hacen falta para sacar nuestra cosecha a puerto? Bueno, porque esta obra es un negocio inmobiliario de Schiaretti”, concluye.
La tercera vía de Juez
Juez conmocionó semanas atrás a la política nacional al proponer en los primeros días de enero la construcción de un espacio político “para pelearle el poder a todas las formas del peronismo y a los radicales”. Su mirada se posó en Hermes Binner y Pino Solanas. Incluso, hubo un intento de generar un encuentro entre Binner, Lifschitz, Giustiniani, Pino Solanas y el propio Juez en un campamento de la Juventud Socialista en Jesús María. La foto no estuvo completa. Solanas se adelantó un día, dio una impecable disertación sobre la situación de la minería a cielo abierto en el país y tras los aplausos de los más de 1300 jóvenes socialistas acantonados, regresó a Capital Federal.
¿Qué falló, porqué no se consiguió la foto de usted con Pino y Binner?
Yo no laburo para la foto. Por ahí son los periodistas los que andaban buscando una foto. Con Binner tengo una amistad de muchísimos años y con Pino he logrado en estos dos últimos años construir una relación sólida de afecto y de cariño que es importante. La política es mucho más que una foto. Hay dirigentes que arman la política con un álbum de fotos, como si fuera un cumpleaños de quince y después no saben que hacer con las fotos. Las fotos te condenan. Más que la foto lo que buscamos son conductas. Hay que construir en la Argentina un tercer espacio. No puede ser que los tipos que quebraron el país, hoy quieran ser los salvadores de la patria. Vamos a construir este tercer espacio con mucha gente que no participa de los partidos políticos tradicionales. Repasemos, ¿cuáles son las alternativas para el país?: Kirchner, Duhalde, Cobos, Ricardo Alfonsín…más de lo mismo. Vamos a trabajar para que esa Argentina no se repita.
“Giacomino destruyó el sueño que construimos con la gente”
Cuando en 2007 Luis Juez propuso a Daniel Giacomino para intendente de la capital cordobesa la idea entusiasta y recurrente fue decir que era astilla de un mismo palo. Y ya se sabe que ocurre con las astillas. Giacomino resultó elegido y a poco se fue distanciando de su mentor, quien antes lo había convertido en su vice intendente y luego en diputado nacional, en una meteórica carrera política que reconocía sólo un pasado en la Franja Morada, nula
militancia radical y una prolija gestión en el Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba. Ríos de tinta registran la pelea de estos dos ex amigos que aún cruzan dardos envenenados, que incluyen un pedido público de Juez para que Giacomino le devuelva la estatuilla de una virgencita que le prestó cuando asumió en la municipalidad.
¿Qué pasó con Giacomino?
“Cuando en diciembre de 2007 le entregamos la municipalidad a Giacomino, dejamos la Ciudad con deudas saneadas, con los proveedores y contratistas al día; y le dijimos que le quedaba por ejecutar un plan integral de cloacas, de desagües, de transporte urbano y muchas otras cuestiones más del estado municipal que quedaban pendientes pero encaminadas”, recuerda Juez.
“Pero bueno, hubo un periodismo en Córdoba que insistió en que yo no tenía que opinar y que el intendente era Giacomino y que era bueno que se juntara con Kirchner y que era maravilloso que se juntara con Cristina y que era fantástico que tuviese con Schiaretti una muy buena relación. Giacomino le vendió a los cordobeses que la buena relación que yo no tuve con De la Sota, él la iba a construir con Schiaretti en beneficio de la ciudad. Nada de eso ocurrió y finalmente terminó destruyendo lo que habíamos construido y en gran parte un sueño que habíamos llevado adelante con la gente. Se pasó de bando. Se fue con los enemigos, con los que nos robaron la elección, se reconoció soldado de Cristina y conscripto de Schiaretti y ahora a la ciudad la tiene financieramente quebrada y paralizada a nivel de prestación de servicios. En definitiva la traición siempre termina pagando mal”, concluye el senador.
fuente lapoliticaonline