El terremoto, que se sintió pocos minutos antes de las 17 de ayer, hora local (las 20 de la Argentina), devastó gran parte de la escasa infraestructura de Haití y destruyó el palacio presidencial, los principales edificios ministeriales y varios hospitales, como así también la sede de la ONU.
El panorama es desolador, con las construcciones reducidas a escombros y decenas de miles de personas desamparadas. "El centro de Puerto Príncipe fue destruido, es una verdadera catástrofe", relató una habitante de la capital de ese país, marcado por la pobreza.
La magnitud del desastre aún no está clara por estas horas, e incluso se dificulta hacer una estimación precisa sobre la cantidad de víctimas por el sismo. Sí se sabe que miles de personas habían perdido sus viviendas y cientos habían muerto.
Las comunicaciones estaban cortadas en todo el país, lo que hacía imposible tener una imagen plena de los daños en momentos en que poderosos temblores secundarios sacudían una nación desesperadamente empobrecida en la que muchos edificios son endebles. Asimismo, el suministro de energía eléctrica estaba interrumpido en varias zonas.
El embajador haitiano en Estados Unidos, Raymond Joseph, en una entrevista con CNN, dijo que la primera dama de Haití, Elisabeth Debrosse Delatour, había hablado con el cónsul general en Miami y reportó que ella y el presidente René Preval estaban bien.
Las comunicaciones con Haití quedaron cortadas casi por completo, lo que hacía imposible tener una información clara de los daños o víctimas, mientras las réplicas sísmicas siguen remeciendo un país donde la situación de pobreza es desesperada y donde muchos edificios son endebles. En muchos lugares no había suministro de electricidad.
El terremoto, cuyo epicentro estuvo en tierra firme a sólo 16 kilómetros de Puerto Príncipe, hizo entrar en pánico a la población de la ciudad, mientras una nube de polvo y humo de los edificios que se desplomaban se elevó hacia el cielo.
Ayuda humanitaria. La comunidad internacional se movilizó con rapidez para ayudar a las numerosas víctimas del terremoto en medio del caos y la destrucción.
Cerca de 20 países anunciaron ya el envío urgente de ayuda, dado que , aunque aún se desconoce la cifra de muertos y heridos, la magnitud del temblor hace temer un número muy elevado, sobre todo en la capital, Puerto Príncipe, donde al menos se ha derrumbado un centenar de edificios y miles de personas podrían permanecer desde ayer bajo los escombros.
La vecina República Dominicana y Estados Unidos fueron los primeros en solidarizarse, dando lugar a una cadena de apoyo que ha ido creciendo a medida que pasaban las horas y que incluye a gobiernos, organismos y organizaciones no gubernamentales (ONG).
En tanto, Venezuela, Puerto Rico, Nicaragua, Honduras, Colombia, Panamá, México, Chile, Gran Bretaña, Alemania, Suiza, Italia, Francia, España, Israel, Sudáfrica, Brasil y China son algunos de esos países.
En ese sentido, el presidente de la Asamblea General de la ONU, el libio Ali Treki, pidió ayuda urgente a la comunidad internacional para ayudar a las víctimas del devastador terremoto. Treki exhortó a "todos los estados miembros para que hagan todos los esfuerzos posibles para asistir con urgencia a los haitianos", señaló su portavoz, Jean Victor Nkolo.
A los primeros pedidos de ayuda lanzados por el gobierno haitiano -que calificó la situación de "catastrófica"- y la Organización de Estados Americanos (OEA) se sumó hoy la de Benedicto XVI, que llamó "a la generosidad" de la comunidad internacional "ante la dramática situación" en Haití.
Réplicas. Las réplicas del fuerte terremoto, que comenzaron a registrarse inmediatamente después del devastador movimiento telúrico, continuaban hoy con cierta frecuencia y podrían seguir produciéndose "durante unos días más", estimó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
Hasta el amanecer de hoy se habían registrado 39 réplicas mayores, de entre 4,5 y 5,9 en la escala Richter, de las cuales 14 eran de por lo menos 5,0 grados, dijo la geofísica del USGS Carrie Ann Bedwell.
Consultada sobre la posibilidad de se produzca un nuevo sismo, Bedwell no descartó ninguna posibilidad. "Lo normal, tras un terremoto importante, es que con el tiempo la frecuencia de las réplicas vaya disminuyéndose, pero los terremotos son imprevisibles y las réplicas también", dijo.
Asimismo, ayer el sismo llevó a una advertencia de tsunami para la región del Caribe, pero más tarde fue cancelada.
Agencias AFP, EFE, AP, DPA y Reuters