celeste y blanca, decenas de peleas que derivaron en cambios en el cuerpo técnico y exabruptos bochornosos que motivaron una inédita suspensión de parte de la FIFA. Datos estadísticos y reflexiones que le dejan un saldo evidentemente negativo al 2009 de la selección argentina, que se cerró ayer con una goleada ante un combinado regional, de jerarquía es cierto, pero que se junta un par de veces al año. Fue 4-2 la victoria del seleccionado de Cataluña en el Camp Nou sobre el equipo que ayer dirigió Héctor Enrique y que desde la platea siguió como un espectador común Diego Armando Maradona.
Poner enfásis en un ensayo de fin de año que ni siquiera tiene el rótulo de fecha FIFA puede resultar confuso. Porque sabido es que de los once jugadores que ayer alineó Argentina apenas cuatro aparentan tener chances concretas de ser titulares en el Mundial Sudáfrica 2010: Demichelis, Otamendi, Di María e Higuaín. El resto conforma el grupo de “posibles convocados” e incluso para algunos, como Álvarez, puede tratarse de su debut y despedida en el representativo nacional.
Pero lo cierto es que ayer volvió a verse en cancha un equipo que no llega a tal calificativo por ser un compendio de errores constantes que terminan en goles del rival. De allí puede explicarse que en el segundo tanto de los locales, Bojan Krkic, el delantero de área que es suplente en Barcelona y titular en Cataluña, ingrese solo por el medio de la defensa argentina y nadie se le resista; ni Bolatti, ni Demichelis. También se entiende a partir de ello que los dirigidos por Johan Cruyff conviertan dos goles de cabeza apareciendo sin marca en el centro del área y que Pareja cometa un infantil penal que derivó en el 3-1.
Lo único que se puede rescatar de la tarde de ayer es la joyita de Javier Pastore, quien en su debut demostró tener que puede ser una alternativa; o también la movilidad de Lavezzi, que congenió bien por lapsos con Gonzalo Higuaín. El resto, para el olvido. Bolatti y Gago sin saber cómo repartirse el mediocampo y mirando de atrás a quienes debían marcar en ese mediocampo del “tiki-tiki” que poco tiene que ver con el fútbol actual en el que el ida y vuelta constante y la pierna fuerte son necesidades imperiosas. Esa es la síntesis de este año de la selección argentina de fútbol, cuyo mayor festejo fue saber que Corea del Sur, Nigeria y Grecia serán los humildes compañeros en el Grupo B del Mundial.
Fuente : El Cronista